En todos los casos, se trata de recuperar muebles, objetos o tendencias del pasado -sea cual fuese el período- fusionándolos con lo actual.
El fenómeno también se extiende a la decoración que, desde hace unos años, incorpora objetos especiales del pasado, eligiendo piezas únicas y con diseño. En los espacios actuales se destaca un revival de la decoración que definió el primer modernismo, así como los años ’50, ’60 y ’70, y los diseñadores actuales se inspiran en sus antecesores para delinear las últimas tendencias.
Los muebles y objetos de antes de los 70 tienen un valor agregado: son vintage. En las nuevas propuestas, la tendencia es rescatar lo antiguo y combinarlo con las nuevas tendencias. Con ciertas pautas, todo se puede mezclar: un sofá antiguo retapizado con una tela "ultramoderna", hasta una lámpara de última tendencia con una pantalla de los ’60; como un escritorio antiguo de madera clásica con sillas y lámparas actuales.
En el vintage, las piezas únicas cobran protagonismo y los espacios con personalidad exhiben vestigios del ayer, incorporando con audacia y elegancia, sofás Chesterfields, antiguas arañas con caireles y pantallas con osados estampados.
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