jueves, 24 de marzo de 2011

Casa Hemeroscopium “Las Rozas” Madrid Un arriesgado juego de eq


Un arriesgado juego de equilibrios arquitectónicos, efectuado a partir del ensamblaje de siete enormes vigas de hormigón pretensado y acero, define la estructura espacial de esta vivienda unifamiliar.

Para los griegos “hemeroscopium” es el lugar donde se pone el sol. Es una alusión a un lugar que no existe más que en los sentidos, que se mueve y, sin embargo, es un lugar real. Se acota por las referencias del horizonte, por los límites físicos. Se define por la luz y ocurre en el tiempo.

La casa Hemeroscopium atrapa un espacio domestico y un horizonte lejano. Y lo hace con un ejercicio de equilibrio inestable de estructuras que envuelven el recinto habitable, permitiendo a su vez que la visión escape a través del cruce de múltiples perspectivas; y lo hace con estructuras pesadas, a grandes trazos, para que su disposición provoque la acción gravitatoria que mueve el espacio, y así define el lugar.

El orden de apilamientos estructurales genera un helicoide que parte de un apoyo estable, la viga madre, para ir desarrollándose en sentido ascendente, con estructuras cada vez más ligeras, hasta cerrar la secuencia con un punto que culmina el sistema de equilibrio. Son siete elementos cuyos encuentros responden a su naturaleza constructiva, a sus solicitaciones, y sus esfuerzos expresando de esta forma su condición estructural. La casa se torna aérea, ligera, transparente, y el espacio, que ha llenado su interior, gira con la vida.

La aparente simplicidad de los encuentros estructurales, exige una compleja ingeniería desarrollada gracias al armado y al pretensado y postensado de los aceros que cosen el alma de las vigas. Un año de cálculos y trabajo de ingeniería, ha sido necesario para poder llegar a construir la estructura en siete días, gracias a una total prefabricación de las partes y una cadencia de montaje perfectamente coordinada por un desarrollado guión técnico.

Un gran esfuerzo realizado para poder desarrollar y perfeccionar los aspectos técnicos y constructivos que permitan, finalmente, la búsqueda de un espacio concreto y, de esta manera, surge un lenguaje sorprendente, en el que la forma desaparece dejando paso al espacio desnudo. La casa Hemeroscopium materializa el culmen de su equilibrio con la presencia de un bloque de granito de 20 toneladas de peso, como contrapeso de todo el entramado y como expresión de la fuerza de la gravedad de toda su estructura.

Localización: Las Rozas. Madrid. Autor: Antón García- Abril.

No hay comentarios: