martes, 4 de enero de 2011
Las 'supercasas' de los famosos
Tener de repente muchísimo dinero y convertirse en hortera no son cualidades que viajen siempre de la mano. Las casas de los millonarios no tienen que revestirse de dorado ni acumular todo tipo de muebles recargados para denotar cierta posición social. Otro tipo de arquitectura y decoración es posible para demostrar que, para algunos, no hay crisis. Ni la habrá.
El estudio de arquitectura y urbanismo A-cero de Joaquín Torres es el encargado de construir esas 'Supercasas' diferentes. Ninguna es igual a la otra, pero todas siguen un estilo característico. Muestran una arquitectura de gran presencia, que, al servicio de las líneas rectas, consigue amplios interiores diáfanos. Combinan diseño, lujo y utilidad para el día a día desde medio millón de euros hasta 20. Son casas que se asientan en las zonas más exclusivas, de 'mírame y no me toques', pero en las que se puede vivir incluso con niños.
Fernando Hierro, Carlos Sainz, Cristina Tárrega, Gonzalo Miró, Fonsi Nieto, Nuria March o Álvaro Arbeloa son algunos de los afortunados famosos que viven en una suntuosa mansión proyectada por Torres. Y gracias a la amistad adquirida con el arquitecto muestran sus viviendas en 'Supercasas', el nuevo programa de La Sexta a partir del domingo a las 22.15 horas.
Un espacio, para Torres, que "te introduce en un mundo inaccesible para la mayoría". Pero no sólo se verán las viviendas de dueños conocidos. Si cada emisión presenta unas tres o cuatro casas, la mitad pertenecen a adinerados anónimos. De hecho, y para el arquitecto, "el famoso no suele ser el poseedor de las mejores casas. Ni de lejos".
Para estos afortunados, mostrar sus fastuosas pertenencias no supone riesgo alguno, en cuanto a seguridad se refiere. Según el arquitecto de todas las 'supercasas�, "no tienen miedo a que les pase lo que a José Luis Moreno, porque sus casas están en ubicaciones con una seguridad espectacular. No creo que tengan miedo a eso, sino más a abrir su intimidad. Y no lo hacen por dinero, sino por amistad".
De hecho, los protagonistas de 'Supercasas' no cobran por abrir las puertas de sus mansiones, sino que exponen sus viviendas porque 'son amigos' del arquitecto. "Les he llamado y les he dicho que tenía este proyecto y es muy importante para mí. Sé que tú no quieres y sé que me meto en tu vida y en tu intimidad, pero, como sabes lo que yo te quiero, te lo pido ahora porque lo necesito y creo que es importante enseñar mi trabajo".
En la primera emisión, se exponen una primera porción del trabajo de Torres. Las 'supercasas' de Fernando Hierro en Ibiza, de Gonzalo Miró en Madrid y la del padre del arquitecto, la de Juan Torres, también en Madrid, son las encargadas de comenzar a poner los dientes largos a la audiencia.
Programas similares
'Supercasas' puede resultar parecido a 'Quién vive ahí'. Ambos comparten el mismo formato de programa, pero, mientras que el primero presenta lujo escrito con mayúsculas, el otro, singularidad, si bien algunas de esas viviendas raras en ocasiones sean también pomposas.
Joaquín es otro 'rico' para La Sexta, a la que en los últimos meses le va el lujo. También comparte cadena con 'Mujeres ricas', programa que confiesa que no ve, del que ya el título le parece "obsceno". "No lo puedo criticar porque no lo he visto", pero, por lo que le han comentado, "por supuesto" que modificaría las viviendas de estas señoras. "Creo que el dinero está para utilizarlo en beneficio de la cultura. Y la gente que tiene dinero tiene que gastarlo con inteligencia y con criterio".
Precisamente por ese motivo, el arquitecto sólo diseña y construye aquello en lo que cree. "Después de hacerle la casa a Zidane me prometí a mi mismo que no volvería a hacer algo en lo que no creyese. A mis clientes les tiene que gustar lo que hago. Es mucho más honesto decir que no quiero hacer esa casa, si no quieren mi estilo, porque hay excelentes arquitectos que las construyen".
Otra vez en televisión
Ésta no es la primera aparición del arquitecto en la pequeña pantalla. En 2009 participó en 'El secreto', un programa en el que adinerados empresarios dejaban aparcadas sus fortunas por unos días y convivían con los más necesitados. Al final de esa estancia, descubrían su verdadera identidad y donaban generosas sumas a ONG. Él concedió casi un millón de euros. Pasado un año y medio, Torres no ha perdido el contacto con los más desfavorecidos: "Sigo muy relacionado con las ONG con las que participé. Ese mundo es el que a mí me aporta más serenidad y más felicidad. Ojalá que hacerlo públicamente sirva para algo. Ahora apoyo mucho a Isabel Gemio y a su fundación, porque está muy sola".
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